En su último informe, el BCE muestra cómo sus políticas de género desde 2011 han mejorado la promoción de mujeres dentro de la organización. A pesar de tener condiciones de contratación similares, existía una brecha salarial y una escasa promoción de mujeres a puestos de liderazgo.
Sin embargo, a partir de 2010 cuando el BCE hizo una declaración pública en apoyo a la diversidad, la se tomaron medidas para garantizar la paridad en los ascensos. El número de mujeres que participan en los procesos de selección ha aumentado y se implementado un programa de mentoría para facilitar el camino a aquellas empleadas que deseen acceder a un ascenso. Gracias a estas medidas se ha conseguido la paridad en la promoción interna, lo que, a su vez, supone una mejora en la progresión salarial basada en los méritos personales.
Según el informe, The gender promotion gap: evidence from central banking, la falta de mujeres en puestos directivos del ámbito económico puede deberse a diferentes factores. Entre ellos la ausencia de mujeres en estudios macro y microeconómicos y la discriminación a la hora de considerar a las mujeres para ascensos.